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Viernes 22 de Agosto del 2025
Acerquémonos. Hebreos 4, encontramos 16 versos con un tema continuo del capítulo anterior empezando con amonestación y enseñanza, veamos:
* (v1) “Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.”
* (v2) “Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.”
Acerquémonos. Para oír, no para ser incrédulos. No hay ningún beneficio si escuchas y no crees. Debes tener fe en lo que escuchas de parte de Dios. Acerquémonos. En fe, y no en incredulidad. Porque los que hicieron tales cosas disgustaron a Dios, le causaron ira, y no entraron en su reposo. Y su reposo no era la tierra de Canaan, mira como lo repite nuevamente el (v7b) “Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.” Diciendo seguidamente, observe:
* (v8-9) “Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.”
No caigamos en desobediencia (V+ v10-11).
Acerquémonos. Acércate a él en fe. Con corazón sincero. Combina su palabra con la fe. No seas desobediente. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (v12-13). Acerquémonos. Mantén tu confesión. Manen tu testimonio. Pues tenemos un sumo sacerdote se compadece de nuestras debilidades. (V+ v14-15). Llevándonos así al último texto del cual viene el tema:
* (v16) “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Acerquémonos. Allí hay misericordia, gracia y oportuno socorro. Acerquémonos. Oye, Ten fe y acércate a él. Cerciórate de entrar en su reposo. Dios te bendiga es mi deseo. Hebreos 4:16