Jueves 30 de Octubre del 2025
El nos amó y nos lavó, nos hizo reyes y sacerdotes. Apocalipsis 1, tiene 20 versos y podemos sepáralos en cuatro secciones:
1. (v1-3) Introducción.
2. (v4-8) Los mensajes del Señor resucitado a las siete iglesias (1:4-3:22).
3. (v9-18) Vision en Patmos.
4.
(v19-20) Orden de escribir.
Después que termina Juan la introducción con la Bienaventuranza al que lee, oye y guarda esta profecía nos guía a la sección dos (s2 v4-8) del la cual son un mensaje a las siete iglesia que estaban en Asia (las cuales vemos en el pasado) pero podemos ver que el problema que tenían lo vemos aún en el presente y muy seguro en el futuro (V+ v4). Llevándonos así a los textos que componen nuestra reflexión en esta mañana:
* (v5-6) “y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”
El nos amó y nos lavó, nos hizo reyes y sacerdotes. Como pueden leer, no fue por nada que hagamos echo, o que merecemos, o que me haya ganado. Es por gracia. Es por su buena y agradable voluntad, la cual es perfecta. El amor del Padre hizo darnos al Hijo, el amor del Hijo hizo obedecer y entregarse con tal que fueras limpio de toda inmundicia, de toda vileza, de toda malicia, de todo pecado, de toda basura, de todo vicio, de toda enfermedad, de toda maldición, de toda lucha física y espiritualmente.
El nos amó y nos lavó, nos hizo reyes y sacerdotes. Es por medio de Jesucristo que somos edificados, el apóstol Pedro escribe:
* “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” (v5) “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” (1 P 2:5, 9)
El nos amó y nos lavó, nos hizo reyes y sacerdotes. Bienaventurado el que lee, oye y guarda esta cosas. Bienaventurado en el original griego significa (supremamente bendecido, afortunado). Nosotros nunca calificaríamos a su amor y a menos a ser lavados, pero él lo hizo por su abundante gracia, y nos hace “reyes y sacerdotes para Dios” (V+ v5-6). Jesús al morir rompió el velo que impedía llegar al lugar santísimo, hoy tu puedes cambiar a través de Jesucristo, ser limpio y acceder a su presencia si de corazón le buscas. No temas, como el mismo dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” (v8, V+ v11, 17-18). El nos amó y nos lavó, nos hizo reyes y sacerdotes. Su tiempo está cerca, mantén tus vestiduras limpias, mantente tu lampara encendida. El Eterno te bendiga y te guarde, mantente firme a su lado y no resbalarás jamás (V+ Salmos 15). Dios te bendiga es mi deseo. Apocalipsis 1:5-6