Jueves 2 de Octubre del 2025
El Señor no retarda su promesa. 2 Pedro 3, es el último capítulo de su segunda carta con 18 versos. La podemos separar en tres secciones:
1. (v1-3) Motivo de la epístola.
2. (v4-16) La segunda venida de Cristo y el día del Señor.
- [ ] A. (v4-9) El regreso del Señor por lo general será objeto de incredulidad.
- [ ] B. (v10-16) La purificación de los cielos y la tierra.
3. (v17-18) Conclusión: Exhortación y bendición.
Pedro empieza enseñándonos su intención de escribir ambas cartas, como dice “y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles;” (v1b-2) por la siguiente causa: “sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?“ (v3-4a, V+ v4b-8). Exponiéndonos el texto de esta mañana:
* (v9) “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
El Señor no retarda su promesa. Si tenemos algo atrasado, es simplemente que nuestro reloj no está cronometrado con el de Dios. Pues él no llega tarde, no se adelanta, ni se atrasa. Su tiempo es perfecto siempre. Su tiempo es perfecto en todo tiempo.
El Señor no retarda su promesa. El “es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca”. Su voluntad, sus pensamientos y sus intenciones son mucho mayor que los nuestros; pues él desea “que todos procedan al arrepentimiento.” El Señor no retarda su promesa. Mira como lo recuerda Pedro: “no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” (v8b). El Señor no retarda su promesa. El dijo que vendría y así lo hará (V+ v10). Por tanto anda “santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios.” (v11b-12a, V+ v13); “procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.” (v14b, V+ v15-16). Diciendo más: “guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (v17b-18). El Señor no retarda su promesa. Sincroniza tu reloj al de Dios. Dios te bendiga es mi deseo. 2 Pedro 3:9