El Señor te guarda y te libra.

El Señor te guarda y te libra. “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones,” (v1-2a); “y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (v3). Poniéndonos tres ejemplos de que Dios castiga lo malo empezando desde arriba con los ángeles que pecaron hasta los hombres debajo, vea como dice:

* Ej1. (v4) “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;”

* Ej2. (v5) “y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;”

* Ej3. (6-8) “y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos),”

Trayéndonos así el uno de loa versos que conforman el tema en esta mañana:

* (v9) “sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;”

El Señor te guarda y te libra. Lo hizo con Noé, lo hizo con Lot, y lo puede hacer contigo. Guárdate de aquellos que siguen sus disoluciones y la carne (V+ v2, 10); que se comportan neciamente hablando mal, porque su fin es “su propia perdición” (v11-12), “recreándose en sus errores” (V+ v13). “Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.” (v14). Pues “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,” (v15, V+ v16); calificándolos “… fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.” (v17a , Ver+ 18-22).

El Señor te guarda y te libra. Se como Noé que pregonó justicia. Se como Lot, que a pesar de estar rodeado de la indignación y repugnante conducta de otros, no cambió su alma justa. Sigue el camino de Dios. Jeremías escribió inspirado por el Espíritu Santo: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.” (Jer 6:16). El Señor te guarda y te libra. Pero es tú decisión tomar por donde andar. Dios te bendiga es mi deseo. 2 Pedro 2:9 (V+ v5-8)