Miércoles 22 de Octubre del 2025
No imites lo malo, sino lo bueno. Tercera de Juan (3 Jn), a pesar de ser tan corto (solo 15 versos), nos enseña hasta nuestros días, ha ser lo correcto y lo que le agrada a Dios, a andar correctamente. Después de las palabras bella de la introducción nos lleva a como Gayo se conducía entre los hermanos y aun los desconocidos veamos:
* (v5-6) “Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los
desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.”; haciéndolo desinteresadamente acogiéndolos y cooperando con la verdad (V+ 7-8)
No imites lo malo, sino lo bueno. “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.” (v9-10). Trayéndonos así el texto de esta mañana:
* (v11) “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.”
No imites lo malo, sino lo bueno. Se un imitador de lo bueno. Anda en la verdad. Condúcete fielmente. Presta tu servicio desinteresadamente sin mirar a quien, ni esperando en algo de vuelta. Practica y anda en amor, y ayudarás a otros a ser lo mismos. Busca la prosperidad para tu alma, y no un primer lugar (V+ v2). No imites lo malo, sino lo bueno. Pues “El que hace lo bueno es de Dios” ¡Aleluya! No imites lo malo, sino lo bueno. Porque “el que hace lo malo, no ha visto a Dios.” Y me gustaría terminar con la primera oración del último versículo de esta epístola: “La paz sea contigo.“ (v15a) Que el Eterno te guarde de hacer lo malo, más te preserve para ser lo bueno. Dios te bendiga es mi deseo. 3 Juan 11